Desde la sanción de la Ley Nacional de Educación 26.206, comenzamos a hablar de una escuela secundaria obligatoria y poníamos el foco de las discusiones en la inclusión y la centralidad de la enseñanza como imperativos políticos y pedagógicos. En este contexto de excepción se vuelve prioritario el compromiso del Estado en garantizar el acceso a clases de las y los estudiantes como parte de un derecho mayor, el derecho social a la educación. La continuidad pedagógica no tiene la pretensión de desarrollar una ficción de normalidad, sino de seguir potenciando la significatividad de la escuela para enseñar de maneras diversas e inesperadas y hacernos sentir a las y los docentes parte -aún en contextos y condiciones particulares – de un colectivo, de ser parte de la construcción de lo común. Esta mesa se propone generar un ámbito de debate y reflexión a fin de tematizar este tiempo, interpretarlo, ubicarlo en esquemas que permitan reconocer las desigualdades preexistentes, pero que hoy se hacen más evidentes. Este tiempo nos desafía, nos invita a pensar otras formas de estar cerca de las y los estudiantes, nos moviliza a desarrollar otras propuestas pedagógicas, otra organización escolar, generar las condiciones que hagan posible sostener el lazo pedagógico entre estudiantes y docentes y que encontrarnos sea una rutina como cualquiera de las otras que construimos o intentamos construir en el contexto de esta pandemia. Dado el carácter global de este fenómeno, la mesa no solo estará centrada en el caso argentino, sino que recibirá con mucho interés el desarrollo de esta temática en América Latina y otras regiones que resultarán interesantes para profundizar una dimensión comparativa.