En el presente trabajo se pretende reflexionar sobre los trazos educativos que marcaron la escena escolar en el ciclo lectivo 2020. En este sentido, frente al desconcierto inicial generado por la pandemia de la COVID-19, aparecieron los primeros interrogantes ¿habrá clases? ¿cómo serán?, así como también una búsqueda precipitada de alternativas entre directivos y docentes para dar respuesta al derecho social a la educación. En muchos casos, la alternativa fue una experiencia abrupta de digitalización de las clases, que para algunas/os implicó la migración de sus propuestas presenciales a la virtualidad. En este contexto resurgieron conocidos dispositivos de formación, nos referimos a los proyectos de articulación entre espacios curriculares como artefacto para el acompañamiento a las trayectorias escolares y al trabajo remoto. Si bien en Argentina se implementaron políticas de distribución de equipamiento tecnológico y capacitación docente, la representación social acerca de la cultura escolar está marcada por la presencialidad y el encuentro con el otro; por esto, nos proponemos reflexionar sobre la modalidad de enseñanza diagramada en el escenario de aislamiento social y sobre las modalidades de acompañamiento a las trayectorias educativas de estudiantes en un contexto donde se profundizaron las desigualdades sociales.