A lo largo de los siglos XX y XXI, las ciencias sociales han coincidido en su diagnóstico: asistimos a una crisis de la política que no puede ser soslayada al momento de analizar cualquier proceso contemporáneo. Esta crisis ha sido caracterizada como un retroceso de la política frente a lo social, como la primacía de la lógica policial y también como producto del avance de la burocratización y de la administración de las cosas como lógica de su funcionamiento. Desde otras perspectivas, ha sido definida también como un proceso de mutación del vínculo representativo cuya principal expresión se plasmó en la creciente desafección ciudadana y en el cuestionamiento de los fundamentos del sistema político democrático. Por un lado, este diagnóstico común se ha fundado sobre concepciones divergentes respecto a qué es la política, qué es lo político y cómo se vinculan con lo social y la sociedad, de modo que revisitar estas nociones y sus relaciones –así como la pertinencia de las distinciones sobre las que estas se basan– se vuelve una tarea de primer orden al momento de abordar el estudio de procesos sociopolíticos contemporáneos. Por otro lado, dichas concepciones se han articulado de modos diversos con las tradiciones políticas democrática, republicana, liberal y populista, a partir de las cuales se han desarrollado diagnósticos, prognosis y propuestas –también ellas diversas– en el marco de esta presunta crisis. El objeto de la mesa es problematizar el estatuto de la política y su vínculo con lo político como nociones fundamentales para comprender los distintos modos de construcción de la comunidad política en la contemporaneidad. Se recibirán trabajos provenientes de cualquier disciplina de las ciencias sociales que se orienten a la indagación teórica en torno al vínculo entre la política, lo político y lo social, así como a su problematización en tanto fundamento de formas de ordenamiento sociopolítico definidas como populistas, democráticas, republicanas y/o liberales