El 9 de enero de 1862 asumió como gobernador de la provincia de San Juan Domingo Faustino Sarmiento. Integrante de la denominada Generación del 37, compartió con Echeverría, Alberdi, y Gutiérrez las enseñanzas que llegaban a nuestro país del liberalismo y del romanticismo europeo. El flamante mandatario llegaba a San Juan cargado de proyectos, los que buscó dar a conocer desde el periódico el Zonda, reabierto nuevamente en 1861 un año antes de que asumiera la gobernación. Desde sus columnas se pueden conocer las acciones del gobernador, tanto desde lo administrativo e institucional, económico, militar, educativo, social, urbanístico, religioso y otros. Desde el Zonda elogió las realizaciones que se alcanzaban y combatió a sus opositores. En el caso puntual que deseamos abordar, nos encontramos con Sarmiento como gobernador, pero inmerso en el desafío de mejorar la imagen edilicia de la ciudad. En los diferentes artículos observamos el sueño de hacer de San Juan una urbanización similar a las que él había visto en sus múltiples viajes. Reconstruir el cementerio, levantar nuevos puentes con planchas de madera, el empleo de piedra canteada para las veredas, modificar los nombres de las calles fueron algunos de los desafíos que él se propuso. En función de lo anteriormente explicado nos hemos planteado las siguientes problemáticas que guiaron esta investigación: ¿Qué aspectos significativos del tejido urbano se vieron afectados por las ideas de Sarmiento? ¿Cuáles fueron las proyecciones urbanísticas de Sarmiento en relación a la modernización de la ciudad de San Juan? ¿Cómo se dan a conocer las reformas en el periódico a los efectos de lograr el apoyo ciudadano? ¿De qué manera se inserta el planteo del nuevo perfil urbano de San Juan en el proyecto civilizador y progresista de Sarmiento? Con este estudio pretendemos visualizar el ideario de Sarmiento en la historia local, en relación a su proyecto civilizador y a la construcción del estado-nación. Pero también como se empleo la prensa como instrumento de poder, que necesitaba el gobernador para demostrar en la provincia su idoneidad para llevar a cabo su gobierno.