En los últimos años hemos asistido al surgimiento y posicionamiento de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como actores principales de la escena política internacional. Este acontecimiento invita inmediatamente a pensar, en términos geopolíticos, los desafíos que emergen de la actualizada relación entre estos países y América Latina en general y entre ellos y Argentina en particular.

Complementariamente, este análisis impone una interrogación y acaso una actualización de las categorías mismas con que dicha relación está siendo pensada. Categorías como “Hegemonía”, “Geopolítica”, etc., deben ser problematizadas dentro de un marco en el que además de los aspectos económicos se pongan en juego también los aspectos sociales y culturales; y todo esto desde la perspectiva de un acercamiento histórico que, al tiempo que contemple las relaciones particulares entre las diferentes naciones y estados, pueda enmarcarse en un análisis de mayores dimensiones en lo referente a las relaciones entre oriente y occidente de los últimos 150 años.