A partir de la renovación urbana y la construcción de la Plaza del Carnaval en la ciudad de Pasto en el año 2003, se pretende abrir un frente de análisis entre procesos de renovación y apropiación del espacio. La plaza pensada para el desarrollo del Carnaval de negros y blancos (patrimonio de la Unesco), también responde a unos intereses de gentrificación y especulación urbanística con los que se proyectaba impactar toda la zona, recuperándola de grupos humanos que ejercen actividades de prostitución, tráfico de drogas, delincuencia e indigencia, concediendo en ese sentido, una atención particular a las prácticas y efectos relacionados con la construcción de dicho espacio público. Se pretenden observar dinámicas sociales representativas de dos grupos excluidos (prostitutas y habitantes en condición de calle), a partir de un mapeo no exhaustivo de las diferentes realidades y tendencias del uso del espacio; los usos del territorio en este caso se ven cambiantes entre lo formal que representa el carnaval y el discurso de desarrollo urbano, y lo informal que viene de la presencia real de los grupos humanos en mención.