Pensar sociológicamente es una práctica que implica reflexionar críticamente sobre ese conocimiento y ejercer, de manera continua, aquello que Durkheim reclamaba con ahínco a los sociólogos y Bourdieu rescata bajo el rótulo de “vigilancia epistemológica”. Dicha perspectiva sostiene la propuesta de relación inter-cátedra: Sociología de la Educación y Taller Docente III al entender el curriculum como un recorte explícito de las complejas relaciones del conocimiento con la sociedad: “no es sólo plan (…), sino más bien, es un proyecto de promoción de experiencias, es un proyecto de promoción de aprendizajes” . Las cátedras se valen de una especie de procedimiento mayéutico, prolongación de una didáctica que pone el énfasis o en la participación, el empeño y la energía del sujeto artífice de su propia formación . La estrategia didáctica se sostiene en una propuesta inicial flexible a los requerimientos del estudiante para que desarrolle su pensamiento, en un diálogo que conduce al educando por el camino del cuestionamiento de concepciones precedentes.