Desde la publicación de la nueva metodología de medición de la pobreza (INDEC, Metodología 22, 2016) quedó claro que los cambios introducidos imposibilitan una comparación con la serie oficial precedente (incluso con las estimaciones previas a enero de 2007), cuyas coordenadas metodológicas para el aglomerado GBA habían sido introducidas entre 1988 y 1992 por IPA y CEPA, y que desde 2001 fueron ampliadas al total urbano por INDEC a través de una metodología de transición. Sin embargo INDEC no ha sido suficientemente claro en la explicación de esos cambios. Tal y como han sido presentados en el documento señalado, muchos de los aspectos involucrados en la medición no son replicables y, por tanto, no satisfacen los requisitos que hacen a la validación intersubjetiva del conocimiento. Más aún, de la evaluación de algunos insumos relevantes para la nueva medición (IPC-GBA) se desprenden consecuencias que conspiran contra la adecuación de los nuevos umbrales informados. En este trabajo se analiza la nueva metodología en comparación con el método tradicional. La comparación permitirá identificar los límites que pone la nueva metodología al investigador así como las profundas alteraciones que introduce en el estándar de medición, que aún no fueron señaladas por los especialistas.