La situación actual de nuestras sociedades, caracterizada por dinámicas veloces ya explicada con la metáfora del “caballo desbocado”, aunada a la crisis humanitaria, reflejo de la pandemia de la COVID-19, ha puesto en la mira las tremendas desigualdades que experimentan distintas poblaciones alrededor del mundo, particularmente, aquellas que habitan el sur y el oriente. Representa un reto para las ciencias sociales en cuanto a la generación de conocimiento, lo que conduce a una autorreflexión crítica de la disciplina sociológica, necesaria para la vigilancia epistémica de los abordajes teóricos y prácticos con los que interviene en las problemáticas y fenómenos sociales objetos de su estudio. Algunos de éstos son, sin duda, “el poder”, “el conflicto” y “el cambio social”, los cuales forman parte de la vida cotidiana y de las interacciones sociales en el mundo. No existe sociedad ajena al conflicto y se vuelve evidente que éste no es sólo una anomalía, sino un elemento propio de la vida de individuos, grupos e instituciones. De esta manera, es la presencia y frecuencia cada vez mayor del conflicto, la que lo ha llevado a ser estudiado por distintas disciplinas de las ciencias sociales y desde distintas categorías como los son: delito, crimen, violencia, daño social, norma, moral, inseguridad pública, riesgo, entre otras. En ese sentido, proponemos la siguiente mesa como un espacio de intercambio, tanto de reflexiones como de hallazgos de investigaciones terminadas o en curso. En esta se privilegian las perspectivas y problemáticas transversales que abordan los distintos aspectos vinculados a la pandemia y la post pandemia. La intención es, a partir de la demanda de pensar más allá de los tradicionales marcos de la investigación social, generar preguntas que permitan un mayor acercamiento a las raudas realidades que enfrentan millones de personas así como propuestas de abordaje y atención.