El estallido de la pandemia COVID-19 agravó la situación económica y social previa, atravesada por una crisis capitalista mundial inédita en su alcance, magnitud y extensión. Si bien sus expresiones más recientes se sitúan en 2007/2008, es necesario remontarse varias décadas para analizar su naturaleza histórica, condicionada por la caída del Muro de Berlín, el fin del llamado “socialismo real” y la reestructuración capitalista en los ex estados obreros (URSS y China). Se trata de un proceso de larga data, cuya dinámica pone de manifiesto que, lejos de ser un episodio fortuito o determinado por factores exógenos, las crisis, guerras y revoluciones sociales forman parte de la historia del capitalismo desde sus orígenes: resultan el producto “inevitable” de un metabolismo social. El análisis de la crisis y su impacto en las diversas esferas de la vida social ha encontrado diferentes abordajes. Resaltan aquellas investigaciones centradas en la reconfiguración de la relación capital-trabajo, tomando en consideración el proceso productivo, las formas de lucha y la organización obrera. En segundo lugar, se ubican aquellos trabajos relativos a la dinámica de la crisis y la acumulación capitalista, sus expresiones concretas entre los distintos actores sociales (estados, empresas, sindicatos, trabajadores/as) y sus proyecciones en el mediano y largo plazo. Invitamos a la presentación de trabajos que desarrollen una perspectiva crítica, articulando, el desenvolvimiento de la crisis capitalista con sus manifestaciones en el mundo del trabajo así como las respuestas desarrolladas por los explotados y explotadas (movilizaciones de masas, rebeliones populares e intervenciones callejeras).