La llegada de la pandemia COVID-19 ha modificado estructuras profundas de la sociedad y la educación no se encuentra ajena a ello. Los sistemas educativos de la región tomaron medidas sobre la (no) presencialidad de las clases desde el mes de marzo de 2020 y a partir de este momento cada país desplegó diversos dispositivos para asegurar la continuidad educativa y la función social, alimentaria y de acompañamiento que la escuela representa para millones de niños, niñas y adolescentes. Estos dispositivos, disímiles de acuerdo a la red de recursos de cada territorio, obligó a los docentes, principales responsables de los procesos de enseñanza y aprendizaje, a tomar decisiones en un marco de incertidumbre y precariedad. A través de una revisión sistemática de estudios regionales realizados durante la pandemia, este trabajo dará cuenta de: 1) las principales problemáticas vinculadas a condiciones de trabajo docentes, 2) las demandas emergentes de los colectivos docentes y 3) los recursos organizacionales y personales que los docentes tuvieron que movilizar para afrontarlos. Con base en ello, se discutirá sobre las formas en que se reconfiguró el rol docente durante la pandemia, y se analizará si la presencia de nuevas formas de precarización del trabajo.