Durante 2020, ante la pandemia del Coronavirus (COVID-19), el Ministerio de Educación de la Nación (MEN) desplegó una serie de estrategias con el fin de garantizar el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes, mientras que los gobiernos provinciales y de la CABA hicieron esfuerzos para desarrollar herramientas digitales educativas que fomentaran la continuidad pedagógica. La brecha de acceso, el aumento de casos de explotación sexual infantil, el incremento de denuncias por Grooming, la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento y el ciberdelito, fueron temáticas recurrentes en la agenda mediática y una preocupación latente en las comunidades educativas; provocando el interés y la necesidad de espacios de formación para la prevención, el cuidado de datos personales, alfabetización digital y uso responsable de Internet, entre otros temas. A la preocupación por cómo enseñar virtualmente o a distancia, se sumó la de cómo disminuir los riesgos al permanecer más tiempo y realizando más actividades en Internet. Dos temáticas que, si bien se encuentran hace tiempo en la agenda educativa, necesitó del contexto de pandemia para terminar de instalarse en la sociedad. La masiva e improvisada “migración” a espacios digitales, profundizó desigualdades estructurales y potenció la necesidad de educar en Ciudadanía digital.