Indagamos el trabajo penitenciario de la provincia de Buenos Aires desde la perspectiva de las trayectorias biográficas, centrándonos en el capital laboral previo, tanto propio como de personas significativamente cercanas. La institución penitenciaria ha sido considerada como una organización jerárquica de división del trabajo centrípetamente estructura, donde se generan valores comunes y un fuerte sentido de la identidad. Nuestras observaciones nos indican que algunas de las ideas más generalizadas sobre la agencia de estas instituciones son objeto de reflexión prioritaria. Nos encontramos ante sujetos que ponen en juego saberes, reciprocidades y capital laboral para negociar sus intereses de progreso económico y su bienestar. En tal sentido, consideramos que estamos ante una matriz jerarquizada, pero a la vez compleja y heteróclita. Los valores clásicos como el progreso asociado al sacrificio, las expectativas de ascenso social mediante el estudio o el trabajo, el sustento económico de la familia, son parte de los intereses centrales en diversos grados jerárquicos y contextos laborales. Los penitenciarios participan también de otras instituciones y poseen preocupaciones y expectativas más alla de trabajo específico, por lo cual, si bien inmersos en una comunidad formal y jerarquizada, gestionan sus expectativas e incertidumbres como en cualquier otro espacio laboral.