Al pensar en el papel de género, no solo en la lucha feminista, sino en la producción de conocimiento y en la forma en que se estructuran las relaciones de poder, se percibe una relación directa entre el colonialismo y el patriarcado. Desde la convergencia de cuestiones de raza, clase, género y sexualidad, buscamos comprender cómo se produce y reproduce esta colonialidad de género en la sociedad en la que vivimos. Un feminismo descolonizador implica no solo una crítica de la sociedad patriarcal, sino también una crítica interna de los feminismos hegemónicos y su narrativa universalizadora, que a menudo sitúa a mujeres del tercer mundo, mujeres negras, mujeres indígenas, mujeres musulmanas, como un sujeto monolítico y ahistórico. De esta manera, el presente artículo busca comprender cuáles son las fisuras que se están abriendo para desmantelar y repensar esta colonialidad del poder y cuál es el papel de la mujer en este proceso. Con este fin, se examinarán las luchas por la autonomía y la resistencia en América Latina, que tuvo un fuerte papel femenino, como, por ejemplo, los movimientos indígenas. Esta investigación también permite abordar otras categorías de análisis, como territorio-cuerpo y cuerpo-tierra, en los que se mantienen las luchas de las mujeres indígenas, basadas en otra forma de conocer y sentir el mundo. La idea central se basa en la idea de que, al igual que el territorio, las mujeres están dominadas y colonizadas por el sistema colonial y patriarcal.