A inicios del siglo XXI, varios países de América Latina conformaron gobiernos de carácter progresista. Con la crisis de representación política que se generó en la década de los 90 por los nefastos resultados del modelo neoliberal, nuevos actores surgieron para tratar de construir un nuevo orden político más democrático. Chávez, Morales, Lula, Mujica, Bachelett, Kirchner, Correa son representantes de ese «giro a la izquierda» que fijó nuevos rumbos en el tratamiento de la cuestión social, la participación política o los derechos de las minorías. 18 años más tarde, a pesar de que algunos gobiernos progresistas se mantienen en el poder en países como Uruguay y Bolivia, el período parece haber culminado por las tendencias conservadoras que retornaron al poder en Brasil, Argentina y Chile. El balance que se ha hecho de este período muestra avances significativos para la democracia latinoamericana, como la reducción de la pobreza y la desigualdad, pero también aspectos problemáticos como la persistencia de modelos de desarrollo extractivistas y dinámicas de poder articuladas a la corrupción, el caudillismo o la ineficacia. Los objetivos de la presente ponencia, giran alrededor de revisar algunos interrogantes relacionados con los alcances de dichos gobiernos para la consolidación de una democracia sustantiva. Metodológicamente se trabajará de manera comparativa con balances teóricos e indicadores sociales y económicos que permitan una discusión acerca de la gobernabilidad democrática en América Latina y concluir sobre el por qué problemáticas centrales como la desigualdad persisten, afectando a la mayoría de nuestros pobladores.