En el análisis de la ecología del reconocimiento, postulado de Santos en las etimologías del sur, se encuentra que la discriminación y la exclusión son situaciones relacionadas con la subvaloración del ser humano, se ubica en las sociologías de las ausencias, fundamentado en la categorización y jerarquización de las personas, requiriéndose de una sociología de las emergencias que sitúe la diferencia como valor y trascienda a prácticas sociales antidiscriminatorias, enfatizando en las identidades. En una investigación con diferentes grupos minoritarios en educacion superior, incluido un grupo de discusión conformado por 5 estudiantes con discapacidad, se concluye que estamos ante un nuevo sujeto con discapacidad, diverso en habilidades, que se autorreconoce en la capacidad, con mayor autonomía y bagaje en el conocimiento, con capacidad de adaptarse a contextos adversos, con mayor autonomía de sus familias, con círculos de amigos que no son pares con discapacidad y con proyecciones laborales igual que otros estudiantes universitarios, reflejo del aprovechando de las oportunidades educativas, compaginado con sus expectativas y proyecciones. Se concluye que es necesario romper con el pensamiento abismal que ha impuesto la identidad a la persona con discapacidad sobre el déficit, a uno pensamiento postabismal que trascienda al reconocimiento de la pluralidad.