El trabajo tiene por objetivo reflexionar en torno a las representaciones del artista en la película argentina El Ciudadano Ilustre (2016). Nos disponemos a responder, de acuerdo a la propuesta de la obra, qué es un artista; qué lugar ocupan y qué es lo distintivo de su tarea. La película recupera una tradición que concibe a los artistas como sujetos extraordinarios y fuentes de sentido y al campo cultural como un espacio escindido (e incluso contrario) a las esferas políticas y económicas, y que por esa misma razón ha ignorado en qué situaciones del espacio social los objetos artísticos y culturales legítimos se han (re)producido. Realizamos una investigación cualitativa, en tanto interpretativa, inductiva, multimetódica y reflexiva. Empleamos métodos flexibles de análisis de contenido y abordamos el film como texto, como objeto lingüístico unitario. Nos apoyamos en los conceptos de capital de producción cultural de Bourdieu (2000; 2012) y poder y resistencia de Foucault (2005) a los fines de analizar el lugar del artista, su circunscripción en el campo de producción cultural y sus posiciones en el entramado de redes de poder, así como nos apoyamos en Segato (2018) en relación a las pulsiones conservadoras y transformadoras de las comunidades.