En el campo educativo actual, y a partir de un diagnóstico de crisis del sistema, comienza a delinearse una nueva agenda de política donde los debates en torno a la calidad quedan vinculados a los resultados en evaluaciones de rendimiento escolar. En este escenario vuelven a tomar impulso las pruebas estandarizadas, cuyos resultados se tornan insumos para alcanzar la calidad e informar la construcción de la política educativa bajo la lógica de las nuevas competencias que el mundo económico require. La evaluación se torna así, en uno de los principales mecanismos para lograr la calidad. A partir del análisis de las iniciativas de evaluación llevadas adelante por el Ministerio de Educación de la Nación durante el gobierno de la Alianza Cambiemos, en esta ponencia se pone foco en los siguientes aspectos. En primer lugar, en la identificación de los supuestos discursivos que orientan a las medidas en curso, con el propósito de hallar transformaciones y/o continuidades con experiencias previas de evaluación impulsadas por gestiones anteriores de gobierno (particularmente, durante el llamado período \"kirchnerista\"). En segundo lugar, interesa dar cuenta de los distintos actores del sector privado y del mundo de las organizaciones internacionales que, a través de convenios y vínculos con el Estado, intervienen en la definición y puesta en marcha de las actuales propuestas de evaluación, contribuyendo a la intensificación de los proceso de privatización de la educación.