La inclusión aparece como uno de los desafíos transversales del siglo XX, pese a la principal asociación que ha tenido desde el imaginario a la población en situación de discapacidad, ya que se ha hecho necesario observar todo fenómeno social de manera pluralista e intersectorial, comprendiendo que la exclusión presenta múltiples cruces que agudizan aún más la situación de exclusión de las personas. En el plano educacional formal, las instituciones de educación superior se encuentran buscando respuestas por medio de la profundización de su oferta programática, la cual se materializa a través de la implementación de programas de apoyo especializados y así atender a las brechas que se genera por componentes culturales, identitarios, de origen, de clase, de orientación sexual, de nación entre otras. Desde el modelo de cultura institucional inclusiva y el marco de referencia conceptual que se desprende tanto de la Praxis Inclusiva Crítica como de la pedagogía crítica freireana, se realizó este estudio de caso de la Universidad de La Frontera, Región de la Araucanía, Chile. como parte de la instrumentalización de la política educativa institucional y su respuesta a la reforma en la educación superior, así como también, el hallazgo de diversas capacidades que tienen relación con las condiciones organizacionales y enfoques de liderazgo, identificados como prioritarios de acuerdo a cada de los estamentos que conforman la comunidad universitaria.