El universo punitivo de la provincia de Buenos Aires es el más extenso de la Argentina. En el año 2018 el número de presos/as en cárceles bonaerenses fue de 44.486. En estas cárceles se producen constantes violaciones a los derechos humanos y la muerte es un horizonte posible para las personas detenidas. Sin embargo, no puede determinarse con exactitud cuántas personas mueren en prisión. En Argentina no existen registros oficiales, unificados ni fiables de las muertes de personas encarceladas, no se dispone de información pública y de calidad proveniente del Estado, lo que se replica en la provincia de Buenos Aires. Esta situación ha motivado que los organismos de control ocupen un lugar relevante en la producción de información sobre muertes, en ocasiones completando e incluso refutando los datos oficiales. El objeto de esta ponencia es exhibir el estado de situación en torno a las fuentes de producción de información sobre muertes, partiendo de la idea de que los datos oficiales sobre muertes son sólo un piso mínimo, siempre susceptible de ampliarse en la medida que consigan vencerse las barreras de ocultamiento.