La concreción de la Revolución Cubana generó en la izquierda revolucionaria de toda América Latina redefiniciones y discusiones en torno a los paradigmas organizativos y metodológicos hasta entonces vigentes. Este tipo de debate incluyó a aquellos partidos políticos que pueden encuadrarse dentro de la denominada Izquierda Tradicional tales como, por ejemplo, las organizaciones trotskistas. En Argentina, dentro de esta ideología revolucionaria, se destacaba la denominada corriente morenista (denominación que se desprendía del referente Nahuel Moreno) cuyo derrotero en esos años recayó en la construcción de la organización Palabra Obrera (que experimentaba la experiencia del entrismo dentro del movimiento peronista) y, posteriormente, del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). La influencia del castrismo y de la Revolución Cubana se hizo sentir dentro de esta corriente en diversas oportunidades. A los efectos de este trabajo, se destacaran dos polémicas que marcaron a la corriente morenista. Una de ellas, se produjo entre 1962 y 1964 entre Nahuel Moreno y diversos referentes de la corriente entre los cuales se destacaba Daniel Pereyra (“Alonso”) a raíz de los levantamientos campesinos en Perú y del liderazgo del dirigente Hugo Blanco. Temáticas tales como la adopción de una estrategia foquista o el debate sobre el doble poder campesino protagonizarán esta polémica y serán elementos anticipatorios de debates más álgidos que, años después se producirían en esta corriente política (de hecho, Pereyra formaría parte del PRT – El Combatiente). La segunda de las polémicas a abordar recae en la discusión entre Nahuel Moreno y el “Vasco” Bengochea en los años 1963-1964. Luego del envío por parte de Palabra Obrera de un reducido número de militantes a Cuba, Bengochea impulsó en Argentina la formación de una guerrilla (FARN) y el inicio de un proyecto “foquista”. Ello implicó un debate teórico y estratégico con Nahuel Moreno que terminaría con el alejamiento de ambos dirigentes. La breve experiencia de Bengochea, interrumpida por su muerte (junto a la de sus compañeros) a partir de una explosión en el departamento en el que se encontraban la mayoría de los miembros de las FARN, interrumpió una polémica que, no obstante su brevedad, dejó una huella en la militancia morenista de entonces. Ambos debates, serán embriones de la polémica que, en 1968, protagonizarían Nahuel Moreno y Mario Roberto Santucho y que derivaría en la ruptura del PRT convirtiéndose ésta en la polémica más acabada dentro del trotskismo argentino en torno al debate sobre la lucha armada.