XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia Organiza: Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo La Huelga de Fabril Financiera Enrique Arrosagaray Ariel Patitucci Entre enero y abril de 1969 los trabajadores de la empresa Compañía General Fabril Financiera, con planta industrial en el barrio de Barracas, sur de la Capital Federal, desarrollaron una huelga general histórica, una de las más largas en la historia del movimiento obrero de nuestro país. A pesar de que terminó con más de 800 obreros despedidos, no todos la califican como una derrota. Para escarbar en esta historia logramos ubicar y entrevistar a tres hombres valiosos. Roberto Montes entra en Fabril Financiera en 1957 a los pocos años logró ser delegado de la compañía, luego Adjunto del Secretariado General de Fabril Financiera y más tarde, Secretario General desde 1963 en adelante, cuando el radical Arturo Illía fue presidente. Con el golpe que proyectó al general Juan Carlos Onganía, Montes pasó a ser un sencillo delegado y poco después forma parte de CGT de los Argentinos. En su adolescencia se definía anarquista; luego, peronista. Otro entrevistado es Guillermo Quevedo. Él entra a Fabril en marzo de 1970. La huelga había pasado y recibió en sus oídos y en su mirada los ecos del conflicto. Pudo percibir las lastimaduras que quedaron en los trabajadores que continuaron en la planta. Trabaja hasta agosto de 1971. Fue ayudante de máquinas saca-pruebas. Finalmente recogimos los recuerdos y el análisis de Eduardo Pérez, quien desde 1964 fue obrero en la Editorial Codex s.a., una de las editoriales más importantes de nuestro país. Lo hizo en las máquinas para preimpresión de películas. Militaba en el Peronismo de Base (PB) y estuvo ligado a la Federación Gráfica. Aún lo está. Los tres eran muy jóvenes en aquel año tan importante y comenzaron sus labores en la planta desde abajo, como aprendices. Los entrevistados no tienen una misma mirada sobre aquellos hechos ni sacan las mismas conclusiones, aunque coinciden en que la huelga fue muy larga y por lo tanto, el desgaste obrero fue tremendo. Coinciden también en que el conflicto estuvo muy aislado. Las coincidencias no son llamativas. Lo distintivo es que dos de ellos califican a la huelga, en definitiva, como una derrota, en tanto que el otro afirma que lo que se buscaba, se lograría semanas después, con el Cordobazo. Trataremos de establecer, entonces, qué es lo que se buscaba, más allá de lo reivindicativo de los trabajadores de esa planta, que no lograron.