En el contexto de los procesos de transición democrática tiene lugar un interesante contrapunto entre dos grupos intelectuales que se perfilan como referentes ineludibles en el debate ideológico de lo que podría considerarse el campo de la izquierda política. Nos referimos por un lado al grupo que fundara el Club de Cultura Socialista y produjera “La ciudad Futura” y “Punto de Vista”. Por otro, al grupo que se referenciara a la revista UNIDOS, parte del cual se proyecta luego en la experiencia del Frente Grande y el FREPASO. Provenientes de dos tradiciones diferentes -el socialismo y el peronismo- venían de sostener una densa polémica en los setenta respecto de las orientaciones para transitar y conducir los procesos de transformación sociopolítica – revolucionarios - y el papel que el peronismo tenía en los mismos. El advenimiento de la dictadura y la derrota consecuente de sus proyectos políticos propicia en ambos grupos una profunda revisión de sus convicciones intelectuales y políticas. Advertir las diferencias en el itinerario y contenidos de sus revisiones es un trabajo al que nos hemos abocado desde hace un tiempo. Nos interesa en esta instancia acercar el foco sobre su reformulación del rol, que como intelectuales de la política, postulan ambos grupos. Proponemos anclar el análisis sobre esta temática no sólo porque puede servir como evidencia de la fuerte ruptura con la concepción que habían sostenido en las décadas anteriores, sino también porque puede remitir al debate que sostienen ambos grupos en relación a las vinculaciones más generales entre intelectualidad y política.