El presente trabajo examinará el proceso político de conformación estatal de Argentina durante el régimen peronista mediante una de sus aristas: la conversión de los territorios nacionales en estados provinciales, específicamente el correspondiente a La Pampa (1951) que, conjuntamente con Chaco, integra los denominados casos tempranos, a los que seguirá Misiones (1953) y los restantes al final de la etapa (1955). Luego de las campañas militares contra los indígenas, culminando el siglo XIX, se conformaron los territorios nacionales –entre ellos La Pampa– en los ámbitos que estaban fuera del control de las provincias tradicionales: la ley 1532 fijó los límites y organización político–administrativa y aunque pensados como una solución transitoria, permanecieron en tal carácter durante casi siete décadas, durante las cuales fueron recurrentes los reclamos y las luchas por la provincialización, particularmente intensos y sostenidos en el tiempo en nuestro espacio, una de las características distintivas que lo posicionó en la agenda pública nacional. El peronismo inauguró un amplio abanico de transformaciones que dio lugar a una nueva etapa en su vida política. Por iniciativa del gobierno nacional se dictó la ley de provincialización y se inició la participación de la rebautizada provincia Eva Perón en la política nacional, mediante la intervención en las elecciones presidenciales y con representantes al Congreso Nacional. El propósito de esta indagación es analizar los rasgos principales de este proceso, enfocando especialmente su relación con el peronismo porque si bien la problemática de estas gobernaciones era de vieja data, fue durante este gobierno que se inició el camino definitivo hacia la resolución de los derechos políticos de los territorianos. Debemos preguntarnos porqué lo hizo, bajo qué circunstancias, qué características tuvo la convención constituyente y cómo fue diseñado el “nuevo” estado provincial con sus distintas estructuras y agencias, si se correspondería con los ya existentes o, por el contrario, la impronta peronista marcaría el desarrollo institucional. Como hipótesis sostenemos que el peronismo tomó la vieja bandera de las luchas provincialistas pampeanas y la utilizó a su favor para reforzar su hegemonía nacional, siendo clave en la decisión final, el alto grado de permeabilidad de la sociedad al mismo, primando antes razones políticas, a pesar de la insistencia argumental sobre la necesidad de capacidad económica del nuevo estado. Las fuentes están centradas en diarios de la época, debates parlamentarios y las actas de la convención constituyente de enero de 1952.