Desistir: la consigna de los otros El papel de Eva Perón fue de mucho peso dentro de las decisiones políticas (afectadas a la situación social de su tiempo) si consideramos su trabajo benéfico y la situación para las mujeres en su época. Presencia polémica de actitudes opinables dentro del gobierno Peronista se fue convirtiendo en leyenda luego de su muerte y en una de las principales figuras a través del paso del tiempo. Su objetivo fue lograr el bienestar del pueblo y vislumbró que oficializando su labor en la administración, la tarea adquiriría mayor fuerza, a pesar de ser desde siempre una colaboradora sin cargo oficial. Situación, esta, que se encuadro dentro de uno de los mayores conflictos que se sucedieron a partir de la decisión de Perón de cambiar el rumbo político de la Nación. El Cabildo Abierto del 22 de Agosto de 1951, en el que una CGT fuerte, pedía al general Perón que Eva fuera su acompañante de fórmula para las elecciones de Noviembre de 1951 en las que se proponía la reelección de Perón para la presidencia de la Nación y en las que las mujeres votaban por primera vez y el posterior renunciamiento de la mujer genera interrogantes de todo tipo; se renuncia a lo que no se tiene?, la enfermedad fue condicionante para el rechazo porque no le permitiría ser consecuente con sus obligaciones?, tuvo tanto peso el cuestionamiento castrense? Tratar de desentrañar uno de los momentos más críticos que se le presentaron al General, como el de llevar o no como compañera de fórmula, a su compañera de vida y de gestión, es la tarea impuesta para este trabajo, consultando autores como Félix Luna, Marisa Navarro, Fermín Chávez, Tomas Eloy Martínez, Norberto Galasso, Hugo Gambini y Nelson Castro, entre otros.