El interés de esta ponencia es revisar las posiciones adoptadas por el jocismo bajo el contexto de proscripción del peronismo durante los años inmediatos al golpe de Estado de 1955. Entiendo por jocismo al movimiento que, más allá de la Juventud Obrera Católica (JOC), incluyó tanto a los laicos como a los sacerdotes vinculados a esa asociación a través de las Semanas de Asesores Jocistas y de Notas de Pastoral Jocista. En relación a los militantes, la mayoría de los cuales era peronista, en el trabajo me pregunto sobre la asimilación del golpe desde la perspectiva de su identidad religiosa y su afinidad política, y cómo plasmaron concretamente el apostolado en ámbitos como los sindicatos donde la Iglesia era señalada como la principal responsable del derrocamiento de Perón. También analizaré la posición política de la asociación ante el gobierno militar. Entre los eclesiásticos cercanos a la JOC, el periodo 1943-1955 comenzó a ser abiertamente objeto de análisis en las Semanas de Asesores de 1956 y 1958, con una revisión autocrítica del papel de la Iglesia en la sociedad y respecto de la clase trabajadora durante el peronismo y con una propuesta de reconciliación con el mismo. Si la desaparición de un Estado providencialista abría puertas a la JOC en el plano asistencial, el contexto de fuerte divorcio entre los trabajadores y la Iglesia hacía inviable aprovecharse de la represión sindical al peronismo para embarcarse en la formación de sindicatos propios. Es por ello que se inclinaron por el sindicato único, en contraposición a la pastoral del Episcopado de abril de 1956 que apoyaba la práctica sindical libre sin monopolios. Asimismo estudiaré las salidas que el jocismo ensayará para afrontar este nuevo panorama político y sindical. Por un lado, la iniciativa laica de la Asociación Sindical Argentina (ASA) -estructura parasindical de orientación socialcristiana fundada en octubre de 1955 para coordinar las actividades de los dirigentes sindicales de la JOC- y su vinculación con las 62 Organizaciones peronistas y la CGT. Por otro, la propuesta del sacerdocio obrero como alternativa complementaria de la JOC, que en 1956 constituyó el eje de un fuerte debate entre los asesores jocistas. Las fuentes principales sobre las que basaré el análisis será el periódico de la JOC Juventud Obrera, la mencionada Notas de Pastorial Jocista, documentación oficial eclesiástica y entrevistas a antiguos jocistas y asesores eclesiásticos y sacerdotes cercanos a la asociación.