Promediando la década de 1960, la producción agraria salteña mostrará ciertas transformaciones en su planteo agrario. Entre sus rasgos más notorios encontraremos: el despegue productivo del tabaco y la azúcar -sus principales cultivos agroindustriales- y un marco signado por una nueva articulación de intereses en torno a la producción, el intervencionismo del estado nacional y provincial y la reformulación tanto de las inversiones como de las estrategias productivas. Este proceso acompañará con diverso ritmo, encuentros y desencuentros la etapa de reestructuración del campo de fuerzas sociales y el cambio en el modelo de acumulación cuando la Argentina asiste a un replanteo de la relación entre los capitales extranjeros, la industria vernácula y la producción agraria y a una exacerbación de la puja por el reparto de los excedentes generados por el sector externo. La producción azucarera reconoce una larga tradición dentro de la provincia de Salta y a su vez sus principales referentes siempre desempeñaron papeles importantes en el terreno político provincial. La fuerte presencia de la gran propiedad en la producción de caña de azúcar represento una gran ventaja, ya que esto le aseguro a los ingenios un control monopólico del mercado y fue una de las claves que le permitió no solo sortear la crisis del ’66 sino seguir produciendo y aumentar su participación a nivel nacional. Sin embargo también para la década del ’60 el tabaco experimenta un gran crecimiento, como consecuencia de la sustitución de la producción de tabaco oscuro por tabaco claro, destacándose sobre todo la producción de tabaco Virginia. Pero lo que resulta más importante es que a diferencia de la producción azucarera, basada prioritariamente en un mercado interno, la producción de tabacalera, se orientó fundamentalmente hacia el mercado global, generando una serie de interacciones con nuevos actores e intereses diversos, y participando de esta manera de un flujo de capitales y decisiones a escala planetaria. De esta manera el fuerte ingreso del capital extranjero y su vinculación con los nuevos intereses productivos marcara cambios dentro la configuración económica, social y política provincial, toda vez que permitirá la emergencia y consolidación de nuevos actores que cambiaran la configuración de los sectores dominantes provinciales.