Encarar la historia de la izquierda en la Argentina, y en el mundo, escindida de la del movimiento obrero resulta un ejercicio de disociación que redunda en un análisis, al menos, problemático. Desde fines del siglo XIX, el aporte político, social, cultural, etc., de las diferentes expresiones de la izquierda colaboraron de modo decisivo en la conformación y desarrollo de la organización del proletariado. Durante el período de entreguerras, el comunismo se mostró como uno de los sujetos políticos de mayor dinamismo desplegando una serie de estrategias con la intención de incrementar su presencia entre los trabajadores. La historiografía ha avanzado en el estudio del Partido Comunista (PC) pero poco se investigó el desempeño de las diferentes escisiones que se provocaron en estos años. El PC inició su influencia concreta en el mundo del trabajo con posterioridad a 1925 con la adopción de la orientación de la “proletarización” y “bolchevización”. Casi simultáneamente y durante el siguiente lustro sufriría crisis internas que se materializaron en reacomodamientos, cambios de estructura, expulsiones, purgas, etc. Nuestro interés recae en las rupturas ocurridas en aquellos años: el Partido Comunista Obrero (PCO) y el Partido Comunista de la Región/República Argentina (PCRA). Luego de una breve descripción general del origen y desarrollo, nos abocaremos específicamente a revisar las políticas y prácticas sindicales de ambos grupos. Algunos interrogantes nos impulsan: ¿tenían peso en el movimiento obrero? ¿qué políticas emplearon en su afán por obtener o conservar influencia en el proletariado? ¿cuestionaron las estrategias y orientación sindical del PC oficial? Éstas son sólo algunas de las preguntas que nos interesan y estructuran la ponencia. La intención es emprender un estudio que permita profundizar el conocimiento sobre el universo de estos actores en el período de entreguerras en la Argentina porque, sin perder de vista la dimensión del objeto, su revisión puede ayudarnos a una comprensión más cabal de la experiencia comunista y, en definitiva, abrevar a la reconstrucción de la historia de la izquierda en su vinculación con el movimiento obrero.