En 1939 se inauguró el Ministerio de Hacienda que había sido construido por el arquitecto Antonio Pibernat. Este edificio de modernas líneas estaba decorado en sus dos halls de ingreso y en los despachos del ministro y otras oficinas, por quince paneles decorativos. En el ingreso al edificio de la calle Hipólito Yrigoyen los dos murales enfrentados en el hall de ingreso eran Tierra de Promisión de Cesáreo Bernaldo de Quirós (4.85 x 4m.) y La pesca de Gregorio López Naguil (4.85 x 4m.). Además de estos artistas, también participaron de estas obras Jorge Soto Acébal, Antonio Alice, Emilio Centurión y el propio Pibernat, entre otros. Tanto Berni como Jorge Romero Brest denunciaban la falta de concursos transparentes para la adjudicación de estos encargos que por un lado reportaban un buen dinero y por el otro, ofrecían la oportunidad de obtener importantes muros disponibles para obras monumentales. El objetivo de este trabajo es intentar comprender por qué motivos un grupo de artistas, recibió este y otros encargos públicos. La respuesta debe buscarse no solamente en aquellos que no fueron contratados, por cuestiones ideológicas y avanzar hacia una explicación que contemple el tipo de propuesta tanto en ideas como en imágenes que proponían los artistas que sí fueron contratados.