Con la reinstauración de la democracia el primer gran evento cultural que se dio en la provincia de Córdoba fue el Festival Latinoamericano de Teatro. En este trabajo se delinearan las motivaciones políticas del gobierno provincial que alentaron la organización de este festival y su prolongación hasta 1992. Los festivales respondieron a la necesidad del gobierno de propagar un clima representativo de la nueva situación política. Es por eso que nos detendremos en los usos politicos que se hicieron de los mismos. El análisis atravesará las tres gobernaciones de Eduardo César Angeloz (1983-1987/1987-1991/1991-1995) deteniéndonos en los posibles fundamentos del fuerte apoyo oficial que se le otorgaron a los festivales desde la esfera del Estado Provincial. De esta forma se realizara un paralelismo entre la situación política de la provincia, la política cultural dirigida al teatro y las vicisitudes que afectaron a los festivales, los cuales caerán victima de la situación política y económica de la provincia. La elección del teatro para dar un marco de festejo y expresión a la nueva situación política se debió a ciertas características de la expresión que eran acordes para representar, promocionar y vivir la nueva situación, marcando las distancias con la cultura dictatorial. De igual forma, la elección de las figuras implicadas en los festivales (directores, actores, invitados especiales, delegaciones) fue funcional a las necesidades de escenificar los nuevos tiempos. Sintomático de esto es que el I Festival es considerado como “la fiesta emblemática del regreso de la democracia” o “el primer gran acto de la democracia”. La investigación intentará rescatar ciertas características y especificidades de los festivales que pueden ser consideradas manifestaciones propias del contexto particular que se vivía: recuperación de la libertad, de la expresión y el uso de los espacios públicos como lugares propios de estas performances y la amplia difusión de la actividad hacia todos los sectores sociales. Desde el discurso oficial todas estas manifestaciones exteriorizadas en los espectáculos programados constituyeron una recuperación de las expresiones artísticas que habían sido objeto de la censura o prohibición en los años dictatoriales. Paradójicamente muchos de los integrantes del circuito teatral que son convocados para la realización del festival pertenecían a grupos o instituciones teatrales que tuvieron cierta continuidad en sus actividades durante el gobierno militar.