El objeto de este trabajo es el análisis de una serie de obras de la exposición “Óleos y dibujos” del artista Horacio Álvarez, que se llevó a cabo en Córdoba en el año 1944, en tanto plataforma sobre la que se ponen en consideración las relaciones que el artista y sus obras establecieron con el escenario político contemporáneo. Este conjunto se puede ponderar como una construcción social que estuvo articulada en la circulación y recepción que tuvieron los Anuarios Plástica de la República Argentina en los años 40 y, especialmente, en las repercusiones y representaciones generadas a partir de una lectura posible de la extensa reseña crítica de Jorge Romero Brest titulada “Panorama de la Plástica en el año 1940”. En la misma su autor hizo referencia explícita a las discusiones en torno a la autonomía y la heteronomía del arte en distintos ámbitos de artistas, incluidos los sindicatos y las asociaciones. Este punto es crucial para el presente trabajo, en tanto Horacio Álvarez fue activista gremial de la Asociación de Pintores y Escultores de Córdoba, involucrado en su creación y luego presidente de la misma en 1941. Durante esos años recibió regularmente los anuarios aludidos en su casa, actualmente convertida en el Museo Horacio Álvarez. Desde una interpretación de la historia cultural propuesta por Roger Chartier, se estudia un conjunto de imágenes de cuadros de la exposición de 1944, se analiza el texto de Romero Brest y se articula con la historia de las prácticas que les da una significación particular. En este caso, la muestra de Horacio Álvarez es entendida como una serie de representaciones que ofrecen indicios de una lectura (verificable) a la vez dependiente e inventiva de la crítica de Romero Brest, de ningún modo transparente e inmediata, pero sí parte constitutiva de la historia de la recepción de un determinado texto. Dicha serie de obras es, desde la perspectiva de este trabajo, una parte fundamental de las representaciones construidas por los artistas modernos de Córdoba sobre la autonomía y heteronomía del arte respecto de lo social y lo político. Interesa plantear, parafraseando a R. Chartier, cómo, gracias a la mediación de una lectura, los artistas construyeron una representación de sí mismos, una comprensión de lo social y una interpretación de su relación con el mundo.