Este trabajo propone abordar la historia de la Comunidad India de Quilmes, Tucumán (CIQ) -desde su conformación en la década de 1970 hasta la actualidad-, desde una perspectiva relacional en la que el Estado es parte indisociable del proceso de construcción de la agencia comunal, realizada en permanente y dialógica tensión. Del conjunto de instituciones, agentes y prácticas que conforman el Estado, nos centraremos en dos niveles que operan directamente en esta relación. Por un lado, analizaremos cómo intervienen los cambios en la legislación nacional producidos durante las últimas décadas, impulsados desde los reclamos indígenas de base y por los avances en el derecho indígena internacional. Las nuevas leyes y los mecanismos institucionales creados para aplicarlas tuvieron impacto en las narrativas de la Comunidad, transformando en distintos sentidos sus planteos político-identitarios. Como contraste, en el ámbito local las disputas cobran un carácter físico, que se aleja y hasta contradice la ley nacional. Es necesario dimensionar aquí el rol protagónico del \\\"terratenientismo\\\" en la construcción comunal. Así nombrado en la zona, el sistema terrateniente está estrechamente vinculado a la existencia de la Comunidad, tanto en su configuración inicial como en su devenir histórico. No sólo constituye un modo de producción con rasgos feudales y poder soberano en sus \\\"propiedades\\\"; también encarna aspectos del Estado a nivel local. Esto se manifiesta en el ejercicio histórico de funciones de gobierno, administración, justicia y educación por miembros de estas familias, que consolidaron así su autoridad territorial en términos oficiales. El poder creado por los \\\"patrones\\\" ha contado además con una absoluta ausencia de control y de aplicación del derecho común; se ha sustentado en una red de relaciones con el poder provincial, que le permitió reproducir el sistema hasta hace pocos años y mantener su influencia política hasta hoy. Los dos niveles planteados señalan no sólo que las intervenciones del Estado en la historia de la Comunidad son múltiples e implican a distintos actores, sino que además se encuentran determinadas por la permanente interacción entre el carácter represivo y productivo del poder, en proporciones diversas. Esto sugiere la necesidad de problematizar la concepción de un Estado monolítico posicionado de manera antagónica a la Comunidad. Proponemos entonces analizar la relación entre ambos como constitutiva de los procesos políticos de la CIQ en las últimas décadas, en tanto es en dicha relación que se regula, constriñe o dinamiza la condición de posibilidad y desarrollo de los mismos.