La propuesta de ponencia que se pone a consideración plantea el vínculo entre la deficiente comprensión lectora o “analfabetismo funcional”, con el aprendizaje de la historia. La naturaleza de la materia de estudio en la Historia, acciones humanas en un espacio concreto en un tiempo pasado, ya sea remoto o cercano, la vuelve una materia con particulares complicaciones para su aprendizaje y, o enseñanza. Destaca entre ellos el carácter memorístico con que tradicionalmente se imparte la materia. Al no poder recrear las acciones humanas en el tiempo, recurrimos a conceptos, que cargamos de contenido, los cuales no siempre resultan tan claros para los estudiantes. El estudio de la Historia implica el manejo suficiente de una gran cantidad de “conceptos”, con los cuales sólo podemos familiarizarnos mediante la lectura, incorporándolos a nuestra competencia lingüística, mejoramos con ello el aprendizaje en general y particularmente de la Historia. “Edad Media”, por ejemplo, es un lapso de diez siglos, durante el cual se desarrollaron formas de pensamiento que posibilitaron el tránsito a lo que llamamos modernidad. Este forma reduccionista de tratar la historia es la que generalmente predomina en los libros de texto. Los cuales, no podemos perder de vista siguen un programa educativo, pautado por un institución con intereses particulares. El deficiente conocimiento de la Historia es un problema de enseñanza y aprendizaje escolar porque se trata de un analfabetismo histórico. Dicho analfabetismo tiene consecuencias en quienes lo presentan. Llega a desvincular al sujeto de su entorno inmediato, desarticulando las unidades de convivencia en la que se desarrolla, la problemática del mundo, y la forma en que puede intervenir en ellos. El deficiente manejo de los conceptos asociados a la historia crea problemas muy específicos, confundir lugares, personajes, hechos e incluso procesos. Esto en sí mismo representa un problema, ya que genera un bajo rendimiento académico; pero además de ello descontextualiza a los estudiantes de su entorno; llegando a perder de vista la importancia que tiene el pasado en la configuración de su presente, le impide comprender que su futuro está siendo construido con las acciones que emprende a cada momento. Una solución que proponemos es trabajar en la comprensión lectora, de forma tal que se logre abatir el analfabetismo funcional o iletrismo, partiendo de textos de historia. El presente resumen representa una síntesis de la investigación en curso sobre iletrismo y su vinculación con lo que llamamos analfabetismo histórico. Este problema resulta notorio en un país como México, el cual promedia una lectura de poco más de dos libros por año entre sus habitantes, lo que nos refleja la magnitud del problema al cual nos enfrentamos como historiadores enseñantes.