Las políticas públicas para la educación en Brasil y Argentina serán discutidas en este artículo a partir del análisis de documentos oficiales de las últimas dos décadas para identificar el espacio relegado a la enseñanza de la historia de América Latina a lo largo de una trayectoria escolar en el sistema educativo de los dos países. El artículo se organiza en torno a tres puntos principales, cuyas temáticas guiaron a los procesos de selección y análisis de las fuentes consultadas. De su análisis se desprende elementos para analizar comparativamente el fenómeno de la educación en América Latina y comprender a cuáles procesos formativos los jóvenes sudamericanos están sometidos en la actualidad, cuáles conocimientos históricos son privilegiados y cuáles recursos son movilizados en esta formación. En la primera parte, titulada \\\"Historias conectadas\\\", serán expuestos los lineamientos teóricos y metodológicos que servirán de base para los análisis hechos a lo largo del artículo, en los cuales el establecimiento de similitudes no sirven para borrar las diferencias, pero a la construcción de un espacio común de análisis. En la segunda parte, titulada \\\"La educación pública y la enseñanza de la historia de América Latina en Brasil y Argentina\\\", se habrá una breve presentación de los sistemas educativos de Argentina y Brasil, identificando su estructura operativa actual, los niveles y tipos de enseñanza, el perfil de los docentes y los espacios curriculares para la enseñanza de la historia de América Latina. En la tercera parte, titulada \\\"Las reformas educativas y la implementación de matrices curriculares comunes\\\", las propuestas curriculares oficiales serán analizadas a partir de las reformas que abarcaron el sistema de educativo de los dos países desde la década de 1990 para poner en contexto el actual modelo de funcionamiento del sistema educativo de ambos países. Por último, y a modo de conclusión, serán discutidas las perspectivas para la enseñanza de la historia de América Latina en ambos países, así como las construcciones identitarias que ellas implican, teniendo en cuenta la relación con las formas de educar de cada sociedad en sus múltiples determinaciones. Para eso, las características culturales, históricas y políticas de los dos países no se oponen a la existencia de cierta comunidad de herencias, problemas y desafíos comunes, que pueden actuar en la construcción de perspectivas colectivas de futuro.