Abstract En la propuesta teórica se priorizará la focalización espacial y temporal en Iberoamérica en el siglo XX y XXI que permitirá generar conocimientos acerca de la vinculación de la problemática del género, educación y poder. Está tríada será enfocada con una mirada paradigmática a fin de reflexionar críticamente en este valioso espacio de debate que nos convoca. Desentrañar lo que subyace en la concepción de lo masculino y femenino en el imaginario de los iberoamericanos en ese período. La realidad tal cual la conocemos es el producto de la creación discursiva y la práctica del hombre que al construirla le da sentido. No existe una sola realidad, sino que las realidades son múltiples, como diferentes son los hombres, las épocas, las culturas. Sin intentar definir el concepto de educación… decimos que tiene un componente muy importante de ciencia, pero igualmente otro fundamental de arte. Consideramos que la educación está más cerca del arte que de ninguna otra cosa… De allí que los diferentes niveles en que se desenvuelve la educación, configuran una herramienta de altísimo valor para lograr el progreso en los planos individual y colectivo en el marco de un Estado democrático de derecho. Consideramos valioso este espacio académico para reflexionar acerca de la manera en que se teje, la dimensión social del género como elemento que participa de manera fundamental en la construcción de la inclusión política de las diferencias, relacionándola con la educación y el poder. Lo histórico-social interviene de varias maneras, a través del contexto concreto en el que se sitúan individuos y grupos, a través de la comunicación, de los marcos de aprehensión que proporciona su bagaje cultural, de los valores e ideología, relacionados con las posiciones sociales específicas. Hoy el género aparece como un constructo social desde el que se puede analizar tanto el actuar de los hombres como el de las mujeres. Como un principio ordenador de las relaciones sociales basado en la diferencia sexual, que produce distintos efectos tales como jerarquías, distinciones y categorías diferenciales. Como el saber que establece significados para las diferencias en los cuerpos sexuados. Esas significaciones sociales permiten que las relaciones de poder y educación sean construidas por discursos, instituciones y marcos epistémicos que varían cultural e históricamente. Es un campo primario en los cuales se articula el poder. Donde se establecen las prácticas significantes, legitimas, codificadas y jerarquizadas por las prácticas sociohistóricaculturales dominantes.