Este trabajo se enfoca en un hecho ocurrido en el partido de San Miguel, provincia de Buenos Aires, denominado “caso Serio”, que salió a la luz en julio del año 2000, cuando se descubrió que en un club nocturno manejado por un proxeneta de nombre Vicente Serio (que dio origen a la denominación popular del caso) tenían recluidas a varias mujeres, en su mayoría paraguayas indocumentadas, víctimas de la trata de personas, a las que se obligaba a ejercer la prostitución. Esta ponencia pretende analizar, a partir de este caso, las experiencias de trabajo, sociabilidad, formas de organización y edificación de demandas relacionadas con ciertas modalidades del mercado del sexo en San Miguel, entre los años 1989 y 2008. Para indagar este problema, este trabajo enfoca su mirada en las relaciones entre AMMAR Nacional (Sindicato de Mujeres Trabajadoras Sexuales de la Argentina en acción por sus derechos), AMMAR Capital (Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos), las trabajadoras sexuales de San Miguel y funcionarios gubernamentales, confrontando las diversas narrativas que surgen de los diarios y de documentos de ambas instituciones denominadas AMMAR. Ello posibilita entender cómo se organizaron políticamente las mujeres vinculadas al trabajo sexual, en especial, en un contexto en el que su posibilidad de acción política ha aparecido invisibilizado por un discurso de victimización anclado en las narrativas de trata. Esto se vincula, asimismo, con las razones que justifican la ubicación geográfica y temporal en la que se sitúa este trabajo. Esta ponencia forma parte de un proyecto de tesis en preparación para una Maestría en Historia Contemporánea en curso de la Universidad Nacional de General Sarmiento que observa la emergencia de un debate público sobre la posibilidad de la organización política de las prostitutas, que se cristalizó en la aparición de AMMAR en 1994, su ingreso en la CTA al año siguiente, su escisión en 2003 y que confrontó con la intensificación de discursos y narrativas anclados en la trata de personas que visibilizaron sólo una de las aristas del mercado del sexo, la del trabajo forzado y victimización de las mujeres. Puede ubicarse tal intensificación hacia fines de la década de los ’90 y los primeros años del Siglo XXI, justamente con las amplificaciones del caso “Serio” en un contexto marcado por la crítica situación social, económica y política del año 2001.