En la presente exposición se aborda una temática específica relacionada con el campo de la historia social de la memoria, enmarcado en los principales debates historiográficos actuales. El abordaje de conceptos fundamentales de la epistemología y gnoseología histórica como memoria y olvido son aquí, el objetivo fundamental de análisis, acotados a un pensador específico: Friedrich Nietzsche. Partiendo del concepto de \"Enfermedad Histórica\" que Nietzsche expone en su obra temprana, se analiza aquí, que aporte o que perjuicio la historia, y los historiadores, realizan a la sociedad contemporánea. Se expondrá así, enmarcado dentro de las características principales de su pensamiento, la concepción de historia que este tiene y la relación que ésta debe tener con la vida, basándose, principalmente, en la Segunda de sus Consideraciones Intempestivas, titulada \"Sobre utilidad y perjuicio de la historia para la vida.\" En relación a ello, se prosigue con el abordaje de la problematica del recuerdo y el olvido, y el papel primordial que ellos representan tanto en la enfermedad que padece su sociedad contemporánea, como en la cura que esta enfermedad requiere. El planteamiento nietzscheano resulta, desde este punto de vista, altamente útil y (aún) renovador en la sociedad y en el campo del conocimiento actual. En una sociedad en la que apenas se está comenzando a vislumbrar el poder de la subjetividad y a ver los problemas que acarreó la creencia del conocimiento objetivo, ajeno a cualquier pre-suposición humana o del sujeto que lo abordaba, resulta fundamental establecer planteamientos de índole epistemológicos, en todas las ramas de las ciencias, que reformulen las concepciones que se tiene sobre el conocimiento en sí. Como vimos, frente a una pretensión objetiva y ajena a la naturaleza humana, Nietzsche contrapone una concepción abierta y relativa del conocimiento histórico. Un conocimiento que no se encuentra solamente fuera de quien lo investiga, sino que se construye en la interpelación continúa de voluntades que dan origen a una entramada incesante de hechos y en el propio re-conocimiento de la multicausalidad de lo estudiado. Así, Nietzsche realiza una innovación en el campo epistemológico de la historia social de la memoria, la de destacar la presencia del olvido, el poder erosionador que éste tiene sobre la memoria de los pueblos, y el papel de resguardo, de atmosfera que éste constituye y que posibilita dentro de sí, la procreación de los recuerdos de una sociedad. El olvido actúa, desde este punto de vista, como agente vivo en la reformulación de la memoria; actúa, y cumple un papel fundamental, más allá de la conciencia que se tenga de él.