A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la Historia de los estados platenses es construida en clave fundamentalmente nacionalista, donde la necesidad de definir las nuevas naciones propicia la búsqueda de rasgos pretéritos que justifiquen su existencia. La construcción de un destino único y especial para la nación, hacia el cual debe marchar, es una de las claves. En ése ámbito (y a pesar del mismo), existe la figura de Francisco Berra (1844-1906), argentino de nacimiento y tempranamente residente en el Uruguay, donde sus aportes teóricos y prácticos a la educación lo transformaron en un reconocido pedagogo. Colaborador cercano a José Pedro Varela, su obra \"Bosquejo Histórico de la República Oriental del Uruguay\" fue durante décadas el texto didascálico principal en las escuelas uruguayas. Sólo durante el período de afirmación de la nacionalidad y la consiguiente exaltación patriótica de la figura de Artigas, a quien Berra criticaba muy duramente, su libro fue prohibido por decreto gubernamental (1883), pasando a un ostracismo que puede rastrearse hasta el tiempo presente. En esta ponencia se pretende presentar la construcción histórica de la organización política de los estados platenses desarrollada por Berra, quien con una forma explicativa esencialmente pragmática mediante el binomio “instinto y hábito”, determina que la formación de las organizaciones políticas de los estados rioplatenses se debe fundamentalmente al devenir histórico, en tanto las características de la federación y del caudillismo no pueden atribuirse a un destino nacional, sino a los condicionamientos estructurales de la dominación española de más de tres siglos. Su postulado elimina la mediación de elementos protonacionalistas que determinen un destino hacia la formación nacional, considerando que aquello que determina la conformación de un sistema político, ya sea federal o unitario, caudillesco o moderno, civilizado o bárbaro, se determina por la fuerza de la costumbre, por el alcance de las autoridades; es decir, por cuestiones de coyuntura y no de un destino inevitable. La relevancia de esta temática radica en el enfrentamiento que dichas posturas propician entre Berra y el nuevo sociolecto encrático que se estaba imponiendo en Uruguay a partir de la década de 1880 y su visión de la Historia nacional. Es decir, el enfrentamiento entre una Historia disidente y una Historia oficial.