Desde hace más de un siglo, el movimiento obrero argentino muestra un peso fundamental en la dinámica política de nuestro país. Su aparición temprana, a principios del siglo veinte, le otorgó, por un lado, una fortaleza original en los lugares de trabajo, por otro, la proscripción peronistas –desde mediados del siglo XX- determinó una articulación permanente con la experiencia del peronismo. Ambas claves, si bien con el tiempo han cambiado su forma y contenido, siguen presentes en la actualidad democrática del siglo XXI, luego de los duros años represivos impuestos por los gobiernos cívicos-militares sobre la militancia en la segunda mitad del siglo pasado. Desde esta introducción socio-histórica, convocamos a la discusión de investigaciones sobre sindicalismo argentino, sobre sus dinámicas, localizaciones estructurales, políticas o culturales, en distintos períodos y recogiendo la pluralidades teóricas y metodológicas pertinentes.