La memoria del Holocausto creció y se desarrolló con intensidad durante los últimos diez años del siglo XX. Este proceso, conocido como el “boom” memorial o la globalización de la memoria, también se produjo en Argentina, en el contexto de expansión de las memorias sobre el terrorismo de Estado. Uno de los espacios en el cual se cristalizó fue en la creación del Museo del Holocausto de Buenos Aires. ¿Cómo construir una memoria crítica cuando ésta se musealiza? La musealización implicó elegir una memoria para contar, seleccionar objetos, narrativas, testimonios, imágenes consensuadas entre los llamados emprendedores de la memoria. ¿Es posible construir una memoria común? La selección implicó cristalizar ciertas verdades y, a la vez, silenciar otras. Reconocer esos silencios en una memoria hegemónica representa un desafío para el investigador. En este sentido, el trabajo se propone abordar la construcción de la memoria del Holocausto a través del Museo de Buenos Aires, observando su muestra, distribución y selección a través de algunas preguntas: ¿Es posible producir una memoria activa, que conecte pasado y presente, tensionando el mundo contemporáneo? ¿Podrá el Museo del Holocausto ser reflejo de viejas pero también de nuevas desigualdades?