Palabras clave: seguridad, policía, matriz heterosexual, criminalización El trabajo reflexiona sobre cómo se manifiesta la matriz heterosexual en la Policía de la provincia de Córdoba, ya sea al interior de la institución así como en su relación con la sociedad civil. La fuerza policial cumple un rol fundamental en el mantenimiento del orden público, por lo que sus representaciones sobre los géneros importan. Sostengo que el orden sexual, fuertemente jerarquizado, es parte inherente del orden social público que se pretende conservar. El proceso de criminalización secundaria, a cargo de los/as policías que eligen a quién sancionar, muestra que hay castigos diferenciales para cada cuerpo sexuado. Es decir, tratan distinto a quienes expresan una performatividad que no corresponde a la dictada por la matriz heterosexual. En el marco de las marchas en contra del abuso policial y gatillo fácil, de críticas al Código de Faltas, se vuelve necesario revisar el desenvolvimiento de prácticas reguladoras en favor de perpetuar la matriz heterosexual como un elemento más de la represión policial. Este esfuerzo es especialmente enérgico en cuanto a lo público, a lo observable en la sociedad civil, constituyendo una práctica de (in)seguridad con elementos como la prostitución escandalosa.