Los funcionarios de la Policía Federal Argentina (PFA) consideran que su trabajo consiste, fundamentalmente, en combatir la (in)seguridad. El verdadero policía sería, según su perspectiva, aquél que conjura valiente y desinteresadamente el crimen en la calle con bravura y coraje. Se trata de una tarea riesgosa que implica la posibilidad de perder la vida. Los miembros de la PFA arriesgan su propia integridad física sin esperar nada a cambio. De hecho, consideran que la entrega sacrificada que realizan para la sociedad no es reconocida ni material ni espiritualmente. No se recibe un sueldo acorde a la tarea, aunque no exista remuneración que pueda compensar la entrega de la propia vida, ni tampoco la admiración y respeto de los que se consideran merecedores por parte del conjunto social. La intención de este trabajo será entonces analizar la representación ideal de los funcionarios de esta fuerza sobre su profesión que oculta la diversidad de tareas que realizan a diario. El ideal del verdadero policía servirá para establecer distinciones al interior de la institución de aquellos que pueden ser considerados como buenos o malos profesionales, como también para distinguirse del resto de la sociedad. Trabajaremos a partir de observaciones y entrevistas.