En los últimos años han surgido en América Latina, proyectos editoriales muy heterogéneos reunidos bajo rótulos como “independiente”, “artesanal”, “marginal”, etc. Se trata, sobre todo, de jóvenes productores culturales dedicados a la creación y edición de libros, folletos, zines y otros artefactos gráficos, en general producidos por equipos muy reducidos y en bajas tiradas. Algunos de estos agentes organizan y/o participan de ferias para obtener visibilidad y forjar formas de sociabilidad – como por ejemplo, la F.L.I.A., que nace en Buenos Aires y se difunde por otras partes de la región, y las múltiples ferias que han surgido en la ciudad de San Pablo (Tijuana, Miolo, Plana etc.) desde fines de los años 2000. Estos productores van elaborando discursos metacríticos con los cuales no solamente explican su labor editorial, sino también justifican la realización de estos eventos. En esta ponencia, nos concentramos en las representaciones que estos editores-feriantes hacen de si mismos y del espacio editorial, particularmente los textos en que buscan enmarcar la singularidad y la legitimidad de su quehacer. Hacemos este análisis comparativo considerando la morfología social de estos grupos productores y sus contextos sociales, económicos y políticos más amplios.