El trabajo traza un recorrido iniciado en la Universidad Nacional de Río Cuarto que ubica a la democracia y la participación social en la universidad como eje de análisis, en un contexto situado entre las novedades o las conquistas logradas y los contragolpes del neoconservadurismo que no resigna a perder los privilegios acumulados. Se toma como foco de análisis el involucramiento cada vez más intenso entre actores universitarios y aquéllos que no lo son (como organizaciones territoriales y campesinas, de la economía social, Pymes) que posibilita que estos colectivos sociales emergentes visualicen, a través de la vinculación comunitaria, la extensión, las prácticas solidarias, la oportunidad de participar realmente de los procesos de democratización del conocimiento. No obstante la presencia limitante de la lógica del Estado (una forma posible que asume), de la Universidad y las formas hegemónicas de construcción política ponen cerco a las posibilidades de apertura. Se evidencia la resistencia cultural (o inercia) neoliberal que obtura el avance hacia un nuevo modelo a construir, expresado por ejemplo el rechazo de la política en general, evidenciado también en cierta sospecha al ingreso en el mundo académico de conocimientos no reconocidos por la “comunidad científica”, potenciales interpeladores de la misma.