Discutiendo con las teorías modernistas representadas por historiadores como Eric Hobsbawm o Ernest Gellner, los estudiosos de la República Socialista Federal de Yugoslavia (RSFY) han demostrado que en el sudeste de Europa los nacionalismos no fueron sólo el resultado de un artificio de las elites dirigentes, sino un fenómeno complejo que cobró impulso gracias al aliento de las clases dominantes pero arraigando en realidades ya existentes. Así, se ha perdido el halo que recubría los fenómenos nacionalistas como pura invención, para alentar en cambio una indagación histórica concreta en la historia cultural, política y social concreta de los movimientos y del pensamiento nacionalista. Los últimos años de la década del ’60 representaron un punto de quiebre en el modelo de organización que la Liga de los Comunistas buscó llevar adelante en la RSFY, abandonando la formas de organización centralistas y unitaristas en favor de una mayor descentralización, bajo la proclama de profundizar el socialismo autogestionario cuyas bases teóricas se habían desarrollado en oposición al socialismo estatista soviético. En el plano cultural, esta reconfiguración se tradujo en un debate entre quienes favorecían la idea de crear una cultura yugoslava unitaria y cosmopolita y quienes, en cambio, proponían la multiculturalidad como forma de coexistencia entre las naciones constitutivas de la RSFY. El objetivo de este trabajo es exponer y analizar estos debates y su contexto, presentando así un mapa histórico y conceptual de lo que constituyó uno de los momentos fundamentales de disputa en torno de la definición de la idea de nación en la RSFY.