Dicotomías como “real-falso” o “racional-irracional” aún tienen asidero en el abordaje y análisis de las demandas y necesidades de los agentes sociales. La incorporación de la subjetividad y “lo simbólico” para intentar explicar aquellas demandas que parecen no fundamentarse en las carencias materiales de los agentes no deja de reforzar la contraposición con una objetividad que se continúa proyectando como “realidad primera”. El concepto de demanda de Ernesto Laclau, particularmente a partir de la publicación de La Razón Populista (2005) permite superar esta dicotomía desde una perspectiva productiva para el abordaje de los procesos sociales, considerando que Laclau sostiene que lo discursivo es el “terreno primario de la constitución de la objetividad” (2005,p: 92). Sin embargo la ausencia de una acabada relación entre la categoría de demanda laclausiana –y esto a pesar de la afinidad teórica de la teoría del populismo con el lacanismo– con los conceptos psicoanalíticos de deseo y otro-Otro limitan el alcance interpretativo de dicha noción. Este trabajo plantea y ofrece líneas para esta conjugación al proponer la necesidad de abordar la dimensión fantasmática de los procesos políticos en los que se disputa el sentido de la objetividad social.