Las últimas décadas del siglo XX y los primeros años de este siglo han dado cuenta de una profusa producción y reflexión en torno a las identidades colectivas, su status ontológico, sus límites y contenidos y la forma de abordar su estudio. Desde una mirada antropológica nos proponemos en este trabajo reflexionar acerca de la distinción conceptual entre identidad e identificación, por un lado, e identidad y cultura, por otro. Para esto tomaremos como referente conceptual la pregunta acerca de la identidad judía, básicamente en dialogo con el reciente trabajo del historiador israelí Schlomo Sand “Cómo dejé de ser judío” (2016). Con ello buscaremos ilustrar aquello que consideramos límites y equívocos al momento de pensar las identidades colectivas en general. Retomaremos, así, los aportes de Hall, Zizek y Laclau, entre otros, para orientar un abordaje alternativo, que permita superar el problemático recurso de la sustancialización, la culturalización o la etnicizacion al momento de pensar la lógica de constitución, éxito y funcionamiento de las identidades colectivas.