Los resultados económicos del capitalismo chino han sido sorprendentes. En el siglo XXI, China ha sobrepasado a los países industrializados avanzados de Europa y el Japón para llegar a ser la segunda mayor economía del mundo (medida por la paridad del poder de compra) aunque los resultados políticos y sociales no corrieron por la misma vía benéfica del desarrollo económico. ¿Cuál es el origen de este desarrollo, sorprendente para muchos? ¿Es simplemente resultado de los efectos de decisiones tomadas por unos pocos dirigentes comunistas en 1978, en la era postmaoista? ¿Mao efectivamente sacrificó el desarrollo económico en aras de la pureza ideológica, como se sostenía hace unos pocos años? ¿O fue el promotor de estos cambios? En definitiva, nos interesa analizar: si los cambios que se produjeron desde fin de la década del 70 y durante los 80 (la llamada primera etapa de las reformas) son la consolidación de las transformaciones que venían operándose en la última etapa del maoismo o implicaron una ruptura con lo anterior, lo que abonaría el concepto de \"segunda revolución\". Para ello nos vamos a centrar en el análisis de los factores que contribuyeron para que se desarrollen las reformas, tratando de explicar cuáles son las relaciones con el maoismo -por lo menos en su última etapa-, cuáles son los puntos de partida de esas reformas.