En 1955, al ser derrocado Juan Domingo Perón, un proceso de “desperonización” procuró borrar la experiencia peronista de la memoria colectiva. En este marco se inició, por un lado, una etapa de producción de sentidos por el propio Perón desde el exilio. Por otro, un proceso de reformulación de la tradición peronista en el marco del cual surgieron nuevos grupos y actores, consolidándose una vertiente de izquierda que hacia fines de la década del sesenta cristalizó en una opción ideológica que reivindicó un peronismo revolucionario. La genealogía de estas dos trayectorias, la de Perón y la de la Izquierda Peronista, resulta central para comprender la construcción montonera de una identidad anclada en una memoria sui generis de la experiencia peronista, de sus símbolos y sus líderes. En esta ponencia, en primer lugar, sistematizaré y analizaré las memorias y representaciones sobre Perón elaboradas por la Izquierda Peronista y los discursos del propio Perón desde el exilio, en el último tercio de la década del sesenta. En segundo lugar, las representaciones elaboradas por Montoneros en sus dos primeros años de existencia, con el fin de mostrar la imagen construida de Perón como un líder tercermundista a tono con el clima revolucionario de la época.