En la primera mitad del Siglo XX en Brasil emerge la justicia juvenil, enmarcada en un contexto de agitación social generado por cambios importantes como la abolición de la esclavitud y la migración del campo a la ciudad. Bajo la influencia de la Criminología Positivista el Estado pasa a identificar e individualizar a determinados grupos sociales con el objetivo de reducir las incertidumbres en los campos urbanos, y los jóvenes en situación de vulnerabilidad pasan a ser foco de una política de control. Así, pese a los cambios que se adelantaron con las reformas legales que introdujeron derechos a los adolescentes en conflicto con la ley, limitando la actuación estatal, en los procesos judiciales es recurrente la flexibilización de derechos en nombre del orden público, se tramitan en el parlamento propuestas de cambios legislativos de sesgo punitivo y gran parte de las intervenciones socioeducativas suponen una producción de subjetividades y de fuerza de trabajo aún marcadas por una relación de subalternidad. El objetivo de este trabajo es analizar los cambios en los discursos y en las prácticas de esa política de control social formal de adolescentes en situación de vulnerabilidad en Brasil, parte de la población seleccionada por la justicia juvenil desde su surgimiento.